miércoles, 27 de febrero de 2008

IMÁGENES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

ESCENA DE LA PELÍCULA "LA VAQUILLA"

En esta escena veremos como un miliciano republicano acaba convertido en barbero de un alto cargo militar nacional. Humm ... barbero... con la navaja tan cerca del cuello...

sábado, 2 de febrero de 2008

MAPA DE LOS IMPERIOS BRITÁNICO Y FRANCÉS EN ÁFRICA

R. L. STEVENSON EN SAMOA


EL ESCRITOR R. L. STEVENSON (EN EL CENTRO, SENTADO) CON SU FAMILIA Y NATIVOS EN SAMOA

R. L. Stevenson (1850-1894), fue el autor de algunas de las historias fantásticas y de aventuras más populares, como La isla del Tesoro, Cuentos de los Mares del Sur o El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Con su familia decidió trasladarse a vivir al Pacífico Sur, y aunque vivía de manera bastante confortable y occidentalizada, su relación con los aborígenes era muy buena, de hecho, el escritor toma partido por uno de los jefes locales contra la dominación alemana del archipiélago y escribe en la prensa británica sobre la penosa situación de los samoanos.

Los años de ausencia de Europa, provocaban la irritación de uno de sus mejores amigos positivos o al menos no delictivos, Henry James, quien en numerosas cartas le pedía que volviera para hacerle compañía y se dejara de necedades. A él, Stevenson le dirigía cartas en las que le hablaba de los habitantes de aquella región del mundo con mucha ironía, de las que ofrecemos unos fragmentos:

“Ayer, que fue domingo tuvimos un visitante: Baker de Tonga. ¿Ha oído hablar de él? Aquí es un gran hombre; está acusado de robo, violación, asesinato judicial, envenenamiento privado, aborto, apropiación indebida de caudales públicos; cosa extraña, no de falsificación ni de incendio; le divertiría a usted si supiera cuán copiosas vuelan las acusaciones en este mundo de los Mares del Sur. No tengo ninguna duda de que mi propia reputación sea un tanto ilustre; si aún no lo es, vienen buenos tiempos“.

Hablaba también sobre un tal Ko-o-amua, con el que se llevó muy bien: "gran caníbal en su día, ya se iba comiendo a sus enemigos mientras volvía andando a casa tras haberlos matado; y sin embargo es un perfecto caballero y excepcionalmente afable e ingenuo; ningún tonto, por lo demás".